La autocrítica en lugar de impulsarnos, nos paraliza.
Nos lleva a dudar de nosotras mismas, de lo que sabemos, queremos y tenemos por dar al mundo, porque en el fondo, no tememos sólo al hecho de fallar sino a la forma en la que nos hablaremos si esto ocurre. Esto muchas veces nos hace convertirnos en nuestras peores jueces, en lugar de ser esa aliada que nos abraza en momentos vulnerables y nos soporta en situaciones retadoras.
Aprender a gestionar esta voz -que todas tenemos y tiene su razón de ser- nos ayuda a impulsar nuestro crecimiento, e ir por nuestras metas, con la certeza de que, si fallamos en el camino, en lugar de juzgarnos severamente, vamos a soportarnos con amor. Y si hay algo que me ha enseñado la vida, es que el mejor antídoto contra esta voz que nos frena es la autocompasión…
Por eso, creé este espacio en el que he integrado conceptos, reflexiones y herramientas con las que trabajo diariamente en sesiones de coaching profesional y acompañamiento emocional -y que aplico en mi día a día- para que más mujeres aprendamos a cuidar de nosotras, mientras alcanzamos las metas personales y profesionales que nos hemos propuesto.
Comprendamos juntas, desde cuándo tu voz interior empezó a ser tan dura y cultivemos la semilla de la autocompasión que, en mi caso, y en el de muchas mujeres con las que he trabajado a lo largo de los años, ha sido el mejor antídoto contra esa voz autocrítica y el mayor impulso para nuestro crecimiento.
Con amor y compasión,
¡No lo digo yo, lo dicen ellas! Estas son algunas de las voces de quienes se han embarcado en este viaje transformador. Honrada por el privilegio de acompañarlas.
Más allá de mi formación como Psicóloga y Coach, los +14 años de experiencia acompañando a personas y organizaciones en +15 países, y las +75 charlas y talleres impartidos; lo que realmente marca la diferencia es mi historia de vida…
La vida me puso a prueba hace unos años con un importante desafío: el diagnóstico de lupus eritematoso sistémico con un pronóstico incierto. Esto me llevó a cuestionarme muchas cosas, entre ellas, qué me había llevado a enfermar y cómo era mi relación conmigo.
Durante años fui muy dura y crítica conmigo, exigiéndome más de lo que podía sostener. Aprender a ser autocompasiva no solo transformó mi bienestar y mis relaciones, sino que me permitió encontrar un propósito más profundo en lo que hago.
Desde entonces, he trabajado con muchas mujeres que, al igual que yo en su momento, han sido demasiado duras consigo mismas. Juntas, hemos comprendido de dónde viene esa voz autocrítica e incorporado herramientas que les permiten negociar con ella, para alcanzar sus metas con excelencia mientras cuidan de su salud, bienestar y relaciones.
Este programa no solo es el resultado de años de estudio, herramientas de distintas disciplinas y experiencia en acompañamiento emocional, profesional y organizacional, sino que, especialmente, nace del viaje personal que he transitado.
Será un honor para mí acompañarte en este viaje que transformará tu vida y te permitirá alcanzar tus metas personales y profesionales de forma sostenible, para avanzar con mayor confianza, bienestar y equilibrio.